viernes, 16 de diciembre de 2011

Si la prosa se vuelve vana


Si la prosa se vuelve vana,
volaría del mundo el tribalismo enjuto


listas ardientes, del cielorraso caerían,

el tiempo en infartos anunciaría sus dolores.


El momento escrito: Situación efímera,

lirica aplastante de agua eterna,

 lento estrepito,

universo cargado en costales de discursos.


Si tu mueres prosa, recibo la muerte cerebral,

pierdo las mantas límpidas del ruego,

el apego a las palabras calurosas,

se acaba la pisca de talento,

el ungüento en tildes que calan,

se funde el relampago sustancial;

silueta moldeable de recursos.

La manzana que mordí

y su sabor no conservo.

La equivalencia un ventrílocuo austero,

solsticio incomprendido, saciedad cognitiva,

cacumen escondido en la batalla, a cuestas.


Si la prosa se vuelve vana,

la sensibililidad del destierro no se salva,

la fina tela de la meditación seria cortada,

culpable la imprudencia, el relente húmedo,

la espiga dorada que incentiva el alma

meciéndose demandaría que vuelvas,

la suplica aplastada clama lo que es suyo

en la línea de fuego.


Si tu mueres prosa, la marcha pierde el rumbo,

el camino se desdibuja,

la caricia romantica pierde su nombre,

la lejanía jamás significaría nostalgia,

el arcoíris solo metal opaco,

el piso flotaria en la incertidumbre,

el alba ya no querrá salir,

el zumo de las frutas será mas espeso

que los coagulos de la sangre apasiguada.


Las grietas no existirían

porque las ondas sonoras, no podrían romper

la desesperanza plasmada en la pared,

el sitio del verdadero yo,

la alcoba, la habitación, la caja de concreto,

el espacio en donde entra la luz ,

la tristeza, las injurias destiladas,

la bala que a de matar las ilusiones,

el elexir palpable de risas inexorables.


Si tu mueres prosa,

temblores en la alma,

derrumbe del sentír,

la muerte dentro de la muerte.



martes, 6 de diciembre de 2011

CONEXION INFRAGANTI






Días antes había dibujado tu personalidad
en los papiros del viento,
me bebí tu rostro en el viso de espera;
en el precipicio de los deseos,
¿Esperé mucho o poco?
No lo sé.


La línea recta de cronos
se diluía ante mi desprecio,
me mudé al hogar de la monotonía,
donde la renta es a bajo precio.

De ese lugar sórdido, malsano, misero;
me sacaste.

No sé como llegaste;
luz reverberante en la ventana de mi corazón
rima comfortable de versos apiñados
las olas desesperantes han calmado,
bastó un beso andariego,
tu boca:
Ambrosía sativa rozagante,
 cubierta de esmalte dulzoso,
la aridez  de mi vida
 se convirtió en un bosque fructuoso.


En el juego de esperar y buscar:
juicio tortuoso acidulado,
desperté de mi letargo
cuando tu voz tenue me sacudió a gritos de cariño,
!Esclarece al extremo la claridad de mi alma!
¡Chapotea en la piscina de mis ojos!
¡Dirige como faro mi mirada siempre a ti!
que yo aquí soy feliz y aquí te tengo y aquí vive el amor.