martes, 31 de enero de 2012

Suave mutis negligente




C.D. de México un viaje que hice hace año y medio.
También soy amante de la fotografía, no tengo estudio en este campo artístico pero a veces cuando la curiosidad me toma lo hago de corazón.











Suave mutis negligente
vaga al cuarto de hora
la escarcha de palabras repetidas
congela la ciénaga de mi creatividad,
lo diáfano el mundo puede verlo
el coctel homogéneo de elucubraciones
solo a mi me sabe.

Del árbol quimérico
Corto dos frutos,
uno lo escondo de mi mismo
en la virtud de los olvidos
el otro,
lo dejo en la roca de la reflexión
que ahí en días añejos madure.

He sido un tacaño emocional
que no suelta ni la prisa,
la recompensa de no pensar
ha sido estable, no delirios,
fuera dolor fruncido en saludos,
fuera impacto celestial de dicha,
una línea casual aburrida que garantiza
no ser uno prófugo de su propio cuerpo

Mi yo absoluto
pace en el césped de la lejanía
escala el mito de la incertidumbre
danza fulguroso al rugido del león
se desintegra y se une con migajón.

El vientre,
filtros acústicos de sinceridad
espasmos pulcros de lo que soy,
creo que a veces es la misma monotonía
la diferencia:
que quiero ser desgraciado e hilarante
cuando la pluma agite su cosmos indeleble
las tintas del universo filtran en mis tendones
líquidos extraterrenales licuados.

Las estrellas,
masa pueril sin colocación perfecta,
el polvo galáctico fosforece
el alma del escritor lo sigue
impregna un boceto
enmudece al pigmento agitado
es la única mancha de la que conviene
ser testigo afectado
y como cereza un boom sentimental
que decore mis obras
volviéndose apetecibles
muero por sentir las pulsaciones agitadas
que la buena poesía provoca,
el tropel de burbujas convictas explota
que revienten la torre de la opresión
derrumben esos cimientos de nada.

Con la sensibilidad posada en mi palma
para que las letras la rastreen
tiritantes vuelvan,
con versos rasgados,
con cuadros rotos de oraciones,
saturadas de reflejos gimientes,
la mirada de las frases convalecientes
con sus ojos acuosos reclaman.

Las mandé a sufrir,
alejé lo que mas me ha querido
la “i” esta muy delgada
le cuesta siquiera ponerse erguida,
a mis cuidados comían cuando querían
de mis huertos espontáneos alucinantes,
me desgarra verlas desgastadas,
raídas y sin el esmalte transparente
que asperjé algún día intempestivo
acérquense,
vengan todas a mi
que su partida
no ha dejado mas que realidad.








domingo, 22 de enero de 2012

¿y el dia en que canjeé mi razón por el cupon de amor desenfrenado donde queda?




“Siglos sin reportarme” he vuelto con mi primer escrito de este año que contiene muchas esperanzas, ya me hacía falta estar en este mi espacio de dudas y respuestas ataviadas por las luces de las almas de mis queridísimos bloggeros.
Hoy he decidido subir un poema de desgracia amorosa, no recuerdo exactamente cuando lo  fabriqué, lo que si recuerdo es que me costo mucho trabajo olvidar ese amor. Me refugié en la poesía como muchos de ustedes para expresar lo que en ocasiones era el tormento intangible.
Las fiestas de fin de año aunada con las fiestas anuales de mi ciudad, me mantuvieron distraído, no creo poder durar tanto en subir un escrito como lo hice, ¡mas de un mes! Wow la verdad es que me pasé jeje.
Agradezco la fraternidad de las personas que me leen y ya saben que estamos en contacto

 
Este dibujo lo hice cuando me obligaron a utilizar el denominado “gis pastel” que si se utiliza bien puede desencadenar grandes cuadros. Fue un mes el que duré en las clases de pintura y sin lugar a dudas me sirvió de mucho encontrar inspiración en otros tipos de arte.Tres años ya de este humildisimo marco pero aun asi lo quise compartir.
¡Pero las letras son las letras! Y nunca me separaré de ellas.




De pie, erguida,
sin reflejo alguno de cansancio,
retas sin querer a todo el que te ve,
parece importarte una pisca de sal
los comentarios que arrojen
tu extraña actitud.

Estas ahí,
esperando que un avión
caiga cerca de tus tacones,
esperando que el cielo baje
y las nubes sean tierra fértil
de tus mandatos.
 ¿Que esperas? 
A caso un disparo humillante
de criticas incesantes,
¿O esperas que el tiempo
pase hoy domingo,
con su bombín, elegante casimir
y saludarlo?

Esperas todo,
menos al chico que más esperaste,
al que tarde, muy tarde llegaba,
cuantiosas ocasiones la ira en ti desataba,
sin notarlo, que cambio drástico,
del coraje a la risa, el momento mágico
del querer con nada,
 porque todo ya he dado.

¿Y el día en que canjeé mi razón
por el cupón de amor desenfrenado
donde queda?
Hoy mismo he intentado
recuperar lo que un día fui.

Antes de que llegaras
 tristemente completo estaba,
ahora estoy felizmente hecho pedazos;
las bondades de tus besos y las limas exfoliantes
de tus manos, me quitaban
cualquier aspereza de aflicción
con solo tocar mi rostro,
tanto, que me hicieron perder
  la garantía de devolución,
no puedo reclamarte porque no hubo trampa,
los dos jugamos a la física más elemental.

En algún rincón de nuestros corazones,
las imágenes de ruptura y amor eterno,
titilaban en sincronía,
siempre estuvimos unidos y separados.

Cuando abrimos los ojos del alma
ya todo estaba perdido,
 en la esquina de nuestro entonces presente,
indefenso,
suplicando piedad a gritos,
nuestro amor agonizante nos llamaba,
moría, ante mis ojos incrédulos,
una daga helada,
atravesó la manguera de mis lágrimas,
me colmaba una impotencia enorme,
de no poder reaccionar y reanimarlo.
Al acercarnos estrechó mi mano
 y la unió junto a la de ella,
era el fin,
la ultima vez que su pulso era mío,
lo sabía,
nuestros ojos transmutaron
en espejo de recuerdos,
en ese instante
vi lo único
que hacia falta para desmoronarme,
te divisé viniendo a mí a risas
y por descuido resbalando,
cayendo sobre mí, para yo amortiguar tu caída.
 Fue ahí cuando prometimos
no separarnos nunca.
Un rayo me sacó de trance
fue un sonido descomunal de dolor
ella me soltó,
 arrastrando esos sonidos encarnados
 y corrió con todas sus fuerzas
yo la ví alejarse,
no reaccioné,
sentí el doble o el triple de mi peso,
caí sin cuidado de rodillas,
sosteniendo entre mis manos
lo que alguna vez
fue el motor de lucha incansable,
el motivo mas puro de vivir o entregar la vida
ya no parecía amor,
le agradecí haber existido,
me despedí de ese bulto amorfo
magullado e incoloro,
tan solo los restos de algo que fue tan hermoso,
 liquidado por las mil y un puñaladas
que sus propios creadores provocaron;
descendió lentamente, 
 al barranco de las desgracias
para siempre.