lunes, 27 de agosto de 2012

Secuencia relativa




El vitoreo de la plaza se dirige,
al primer rayo oblicuo de sol
que toca un rostro.

La burda flora desviste una urbe
considerada como decente.

Cascabeleos de pisadas,
untan masajes inconscientes
al adoquín fragmentado.

Sonidos articulados con señas,
los vendedores : el pase usted,
los silbidos, decenas de educados olores
que no se alejan del centro de la ciudad.

El barrendero flota en sus menesteres,
sabe, que la prisa, le molestará al atardecer,
su barrica confiesa, los años que lleva en el negocio
y aun así sigue sorprendiéndose día a día,
de las personas que ante tanto cartel de prohibición,
siguen haciendo convivir el suelo con la basura.

La multitud: simiente borrosa,
concepto anatómico amorfo,
carencia de compañía
en masas que abogan a la privacidad,
conglomeración abstracta,
colectivo sin brújula,
hija de los puntos cardinales,
de direcciones impredecibles,
son hormigas a escala,
rastreadas por el tiempo; capataz invisible
que latiguea al demorado.

Cuesta trabajo llegar al trabajo
el rompecabezas empírico se zambulle
al pasar un semáforo furtivamente,
el satisfactorio suspiro de descanso
al salvarse por un pelo del choque,
de un automóvil,
sin olvidar a los depredadores naturales
que se adjudican la cartera
cuando nos abstraemos..

El anciano pide una mirada rica en compasión,
se gloria ante una sonrisa
o se place al saberse existente,
tomarlo en cuenta su mejor limosna.

No faltan los seres que condimentan
el paisaje con su peculiaridad,
personajes que han superado su propio nombre
y se han convertido en banderas.

El espejo de la ciudad,
se asoma en el norte y se refleja en el sur,
se esconde en el este y sale en el oeste,
tal parece que los guiones
son los mismos en cualquier parte.

Ya se ha respirado el mismo aire reciclado,
las 9 de la mañana llegan escondiditas
tomando de rehén las 8:59,
las secuencias se repiten aquí y allá,
todo está en sincronía,
en la mente llevan la tendencia a anticiparse,
la mayoria se conforma con lo tangible
llevan impregnado el trabajo inclusive en sus sueños
la vida física de la espiritual se cuece aparte
el cuerpo: caballo atado
los sueños: mesón de lo imposible
mis sueños: mausoleos mentales,
son amigos de los sueños de cualquiera,
de esos que del lodo salen inmaculados
¡y ay de aquel!
ay de aquel, que se atreva a separarlos.









miércoles, 15 de agosto de 2012

Nuestro país es la tierra y conquistamos los mares





Somos seres pensantes con tozudez,
nos acurrucamos con verbos ríspidos
y despertamos, con frases de anhelo,
soñadores diurnos, soñadores con o sin esfuerzo,
la inercia ayuda al movimiento
y el movimiento nos exige, no hay que defraudarlo.

Dejémonos del siempre sufro,
mismos cuentos escritos en el papel del mártir,
a nadie engañamos con esas astucias anticuadas,
más bien causamos la risa de los cerros, los fósiles
y uno que otro hombre de neandertal.

Recordemos que el río
muchas veces trae peces, otras veces piedras,
andar a contracorriente es lo nuestro,
un pleito a voces inexplicable contra la naturaleza tenemos,
no somos sinergia, la vendemos y ella se cobra.

No hay que pegarnos tan duro en el pecho
después de todo, en la oferta del ser humano
venia incluido el pack de errores e impotencia,
no es consuelo, no es pretexto,
mucho menos estrategia.

Mirémonos el uno a otro,
derribemos nuestro fuerte adornado,
ahí debajo de nuestra tercera piel, lo mismo somos todos,
contamos con el mismo mecanismo interno,
lastima, que no hemos aprendido a contar con el otro.

Casi expertos en conocer nuestro entorno,
decadentes en sensibilidad, en compasión,
de la escuela de nuestros sentimientos
hemos aprendido poco, día a día faltamos,
estamos ahí, pero el pizarrón reclama al gis
que no plasmamos con buenas obras.

Sin embargo, ser humanos no debe avergonzarnos,
si lo hacemos negamos nuestra existencia,
seria el dejar que nos venzan los aparatos sin alma,
dejemos que la palmada en la espalda motive,
cuando la meta nos ve en conjunto
hasta ella misma corre para encontrarnos,
cantemos nuestra herencia, los hechos estoicos,
orgullosos de nuestro territorio global,
sin líneas cartográficas, sin fronteras,
nuestro país es la tierra y conquistamos los mares.

Sepultemos el odio con la tierra del perdón,
demos  bofetadas de cortesía,
la bondad agoniza, mas no ha muerto,
juntos atendámosla con un buen caldo maternal.
Poco a poco olvidemos que el deber
más bien tiene que ser poder
y asi el corazón no volverá a llenarse de petróleo,
nadará en las aguas diáfanas de nuestra sangre pura,
sin restos de cólera, sin restos de ignominia.
Dejemos que viva el amor, ese si nos pertenece,
yace en el cofre de la divinidad suprema,
rompamos nuestras propias trabas,
dicen que el mundo no tiene esperanza,
una cosa,
las llaves abren puertas y nosotros las creamos.






jueves, 9 de agosto de 2012

La luz se fue contigo




Aclaro que no me gusta ingerir bebidas alcohólicas
pero en los valles de la poesía es necesario imaginarlo.


                                                               

Este vino tinto escribe algunos versos
sobre la tráquea con sonidos de desdicha;
en sorbos etéreos me he vertido
a los caudales del olvido momentáneo.

La realidad se fue contigo.

Este eclipse imprevisto
ha manchado mi sonrisa
un grupo de ojos cerrados se coló
y me cubrió de penumbras.

La luz se fue contigo.

Estos labios más tiesos que el ala
de un tordo muerto,
fríos como la mano de la soledad,
buscan desesperados  muecas que simulen
un todo va bien.

La tranquilidad se fue contigo.

Este espacio tan sediento
reclama a su animadora predilecta,
mi alcoba es como un cuadro en blanco
si no la habitas.

La presencia se fue contigo.

Este naranjo sigue triste,
eras tú la que arrancaba sus hojas
para cambiar los días, el verano
no es capaz de cobijar mi corazón.

El día siguiente se fue contigo.

He tropezado con piedras,
esas que tú me ayudaste a quitar,
la desazón quemó mis corneas,
necesitaba tus dos candiles
para que mi sendero no se borrara
o se perdiera.

Construí un puente de cambios
y ni aun así te quedaste
admito que tus pies no eran para esta tierra
aquí tus sueños seguirían siendo sueños.

Lejos viniste y lejos te fuiste
llevando en tus delicados hombros
la victoria de la repartición
de bienes pasionales.

La luz se fue contigo
y con ella tu te me fuiste.






viernes, 3 de agosto de 2012

Tristeza en fa mayor





Te escribo en fa porque el sol
ya se me apagó,
y después que el mi,
porque de mis posesiones
no queda nada.

El la me sabe a ti,
la silaba mas femenina,
la que mas te conoce,
¡Oh mujer! Linda es tu ciencia,
las  cartas en tus manos
que leía en tus gestos,
los augurios extasiados,
que en el incienso se escondían,
mágicos latidos al abrazarte.

Te escribo en fa, porque el si
ya contestó el ¿me amas?
¿soy para ti todo en tu vida?
no lo hago en do, porque tus ángeles
nunca entonaron con los leves murmullos,
del flautín al alba.

¿Cuantas veces no soñé en tu cabeza?
¿Cuántas veces tus pupilas se dilataron diciendo te quiero?
Si la fotografía en pretérito existiese,
todavía seguiría revelando los negativos;
tantos y tantos momentos,
como cuando las ciudades eran nuestras,
y las ramas de los pinos saludaban,
las calles se abrían, el concreto colapsaba,
tus brazos, almohadas suaves,
eran la cuna de mis arrullos,
el columpio, la arena, los anuncios,
todo te llevaba a mí,
como si mi cuerpo fuese el único sitio
donde no golpearan los tornados,
como si yo fuera el tímpano
que te hacía escuchar,
te aferrabas a mí con todo tu ser
llorabas, bendiciendo mi amor
y yo con un beso prolongado en la frente,
le decía a los confines de la galaxia que eras mía.

Rechazo categóricamente el re,
no lo acepto, el re me suena
a las replicas vivaces de tu compañía,
al escaparate terso de tu piel,
al viaje en trance de tus besos,
me recuerda, al claroscuro de tu voz
impregnado en el fastuoso
dibujo de mi alma,
a tus dedos de agua que regaban
la semilla marchita de mi fortuna.


Te escribo en fa porque
en tu compañía nunca sonó,
es la melodía que me hace falta para
cerrar el circulo armónico de nuestra historia;
repetir lo nuestro, es una falta de respeto.

Dejemos que descanse en el pasado,
a la par de la espada que acabó a Julieta,
junto a la inspiración de Shakespeare,
junto al veneno aún activo de romeo
que mata amores y empuja obras,
después de todo es una triste canción
in crescendo digo no al regreso
apretando mi corazón
para que el no grite
que aún te amo.