viernes, 23 de noviembre de 2012

La brevedad ahí no es bienvenida






Moteas la celosía
con tacto pesado,
tu espacio es rectangular,
cristales acotados,
suave espacio no cubierto,
revela el exterior sin tu objetivo.

Te arreglas con cometas purpuras,
los párpados reciben polvo de Marte,
te oteas en el espejo ciento treinta veces,
se mueve espabilado, como agua en estanque,
diademas deambulan sobre tu cabeza
y cae seleccionada
la de un 14 de febrero.

Vértices de cuadras próximas
avisan que estoy cerca,
las cortinas del universo
despliegan parábolas,
mi ritmo se vuelve imitador,
semi círculos en zigzag
tratan de imitar, al globo terráqueo.

Pequeñas gotas de lluvia
se aferran a las ropas;
su querencia.
compañeras líquidas
viajan fieles en verano,
o a su ocurrencia.

La celosía entreabierta,
chismosea silenciosa
la noticia de mi arribo.

Sales, mas linda que ayer
con tu personalidad de siempre,
nuevamente frente a mí
con la misma ansia acumulada,
desbaratando a pasos apresurados
los metros reacios que nos separan.

Soy la impaciencia vigorosa
cuando escucho los tacones,
a la indulgencia de tus luceros tornasoles
me remito apaciguado.

No hay nada más gratificamente
que un amor balanceado.

La charla en el noviazgo;
arte elegante de conocer,
nunca las ganas de querer saber
significarán tanto,
la brevedad ahí no es bienvenida.

La visita nocturna
que el noviazgo provoca.

Saludo diario…
Ilumina rostros opacos
tímido hola,
euforia visual,
pasaje litúrgico.

Despedida diaria…
cada uno se lleva un poco del otro
para subsistir unas cuantas horas.

Los oídos deberían ensordecerse
al escuchar un adiós,
duele en todas sus vocales
y mayúsculas saturadas.

Si no salen de su mente,
si cometen errores por pensarse,
si sienten que han quedado
extraviados de personalidad
al mezclarse.
Son los indicados
se han encontrado en las difusas
vertientes que segrega la juventud,
disfruten su hallazgo incosciente intuitivo
y leviten sobre las aguas dulces del querer.

Renovarse constantemente
con la motivacion del noviazgo,
es tener la fuerza secreta.

El eje que hace rotar nuestro planeta,
en español tiene cuatro letras.








martes, 6 de noviembre de 2012

Otra palabra distinta a los celos



Te pienso...
y entre jolgorios montados
transitan espasmos,
gacelas confundidas trotantes
que sus pies quiebran
al saltar al precipicio.

Migan inseguridades
al nado sincronizado
de tus oquedades,
 ocio tartamudo revuelto
se aleja de mis sintonías
y te capta.

Otra palabra distinta a los celos,
con menor impacto,
de igual armadura,
devana los sesos,
salta a lo mas blando
a suela de navajas.

    El sonido se paraliza…
gusano congelado
que se atora en la garganta,
latitudes de congojas
zapatean
 con tambores de mis pálpitos…
 acelerados.

¿Dónde estará?
la madurez se desmayó,
no puede supervisar los riesgos,
de formularse esta pregunta;
que agudiza la duda,
que raspa la confianza,
que sesga la cordura.

Y sin respuesta
me enfrento con escudo quebrado,
a centenares de nuevas preguntas,
                                                  que rasgan la carne viva…                                             
carne fresca, 
secándose,
a la mira de los rapaces,
solitario, 
desamparado,
si no cuento con tu carne.









domingo, 4 de noviembre de 2012

¿Mundo raro se te hace?








 Una vereda vestal
un desarmador que no gira,
un vientre que jamas se eriza,
una deuda que no encuentra acreedor,
un sorbo que nunca acaba,
un látigo que no causa escozor,
un insulto bien recibido,
una cerca que te invite,
una mentira que no brille,
una palabra que no lacere,
una idea que se asfixie,
un golpe que no provoque,
un humano que sea inhumano
una compasión que nada espere,
una víspera dedicada al descanso.

La ignorancia que esconde al experto,
la linea a la que el ciego sigue,
el virus sin hogar que de nadie necesita,
la panacea que no cura ni un resfriado,
el filo que acaricia sin ajar,
el acento rebelde que no suena,
la sesión que nunca inicia,
la despedida que no conmueve,
la sal que niegue alimento.


¿Mundo raro se te hace?
lo normal es tan subjetivo,
que lo más cerca que estarás,
de esta palabra,
será leyendo sus silabas disimulantes,
anhelando alcanzar sus bordes,
a tus ojos.