Somos seres pensantes con tozudez,
nos acurrucamos con verbos ríspidos
y despertamos, con frases de anhelo,
soñadores diurnos, soñadores con o sin esfuerzo,
la inercia ayuda al movimiento
y el movimiento nos exige, no hay que defraudarlo.
Dejémonos del siempre sufro,
mismos cuentos escritos en el papel del mártir,
a nadie engañamos con esas astucias anticuadas,
más bien causamos la risa de los cerros, los fósiles
y uno que otro hombre de neandertal.
Recordemos que el río
muchas veces trae peces, otras veces piedras,
andar a contracorriente es lo nuestro,
un pleito a voces inexplicable contra la naturaleza tenemos,
no somos sinergia, la vendemos y ella se cobra.
No hay que pegarnos tan duro en el pecho
después de todo, en la oferta del ser humano
venia incluido el pack de errores e impotencia,
no es consuelo, no es pretexto,
mucho menos estrategia.
Mirémonos el uno a otro,
derribemos nuestro fuerte adornado,
ahí debajo de nuestra tercera piel, lo mismo somos todos,
contamos con el mismo mecanismo interno,
lastima, que no hemos aprendido a contar con el otro.
Casi expertos en conocer nuestro entorno,
decadentes en sensibilidad, en compasión,
de la escuela de nuestros sentimientos
hemos aprendido poco, día a día faltamos,
estamos ahí, pero el pizarrón reclama al gis
que no plasmamos con buenas obras.
Sin embargo, ser humanos no debe avergonzarnos,
si lo hacemos negamos nuestra existencia,
seria el dejar que nos venzan los aparatos sin alma,
dejemos que la palmada en la espalda motive,
cuando la meta nos ve en conjunto
hasta ella misma corre para encontrarnos,
cantemos nuestra herencia, los hechos estoicos,
orgullosos de nuestro territorio global,
sin líneas cartográficas, sin fronteras,
nuestro país es la tierra y conquistamos los mares.
Sepultemos el odio con la tierra del perdón,
demos bofetadas de
cortesía,
la bondad agoniza, mas no ha muerto,
juntos atendámosla con un buen caldo maternal.
Poco a poco olvidemos que el deber
más bien tiene que ser poder
y asi el corazón no volverá a llenarse de petróleo,
nadará en las aguas diáfanas de nuestra sangre pura,
sin restos de cólera, sin restos de ignominia.
Dejemos que viva el amor, ese si nos pertenece,
yace en el cofre de la divinidad suprema,
rompamos nuestras propias trabas,
dicen que el mundo no tiene esperanza,
una cosa,
las llaves abren puertas y nosotros las creamos.
El ego, la demagogia, la ambición, la sobervia.., son algunos de los males que nos abundan y el poderoso el que gobierna, el que maneja los hilos y los destinos de nuestro mundo, son poseedores de muchos de esos adjetivos y otros tantos.
ResponderEliminarEstamos camino a un constante río de piedras.
Y es muy cierto, tenemos las llaves para abrir todas las puertas.
reflexivo trabajo Omar, excelénte.
Un abrazo
Romu, la bondad no agoniza, yo he visto caras rebosantes de ella.
ResponderEliminarPocas, es verdad, de hecho sólo eran dos, pero si hay dos puede haber otras.
Siempre digo que tenemos que ganarnos el derecho a ser llamados seres humanos.
Deseo que el río te traiga peces.
Un abrazo
Como siempre, me sorprenden tus textos, son hermosos y profundos, te dejan recapacitando.. Te dejan una enseñanza y eso es hermoso y difícil de hacer..
ResponderEliminarTe mando un abrazo grande Romu :) Sigamos en contacto!
Vaya, vaya!!! Y no son los versos de mitología mentirosa, más sí de verdad existencial!!!
ResponderEliminarMuy buen poema de reflexión!!!
Tienes razón, no hay que pegarse tan duro...acertamos y erramos.
Abrimos y cerramos puertas en nuestra existencia.
Pero sabes? Yo creo que hay mucha bondad, sana, por el mundo
Mucha más, que maldad. Sólo que lo malo suena siempre más duro y pareciera que la gente se siente más importante, cuando sólo va señalado los errores, sin indagar sobre los bueno que millones de humanos, van sembrando por la vida
Una vez leí, que las buenas noticias, no vendían, ni movían morbo, así que la tendencia es ser eco de males y horrores y así movidos por la superioridad, sentirnos importantes siendo jueces implacables jajajaja!!!
Besossssss poeta amigo mío...siempre un placer pasearme por tus letras
Hola, me gustó tu blog, creo que uno de los que tengo, requiemtowrite.blogspot.com.es iba a gustarte.. pásate y me comentas si te gusta. Gracias y un beso
ResponderEliminarRealmente, en nuestras manos siempre están las llaves de todas las puertas, incluso la de la felicidad... solo es necesario seguir intentándolo y no quedarnos de brazos cruzados.
ResponderEliminarBesos y abrazos de mariposa, querido Romu.
Así es como dices Omar, “el río muchas veces trae peces, otras veces piedras a contracorriente es lo nuestro” pero que poco acostumbrados estamos a afrontar lo negativo que sucede en la vida. Quizás, se haya agravado a partir de la revolución iundustrial y ha llegado a culminar con la obsesión del bienestar en todas las facetas.
ResponderEliminarUn final muy bello reivindicando la paz y la libertad.
Un abrazo
El poema parece que ha salido del tuétano.
ResponderEliminarNo hay nada más que decir , sería como analizar una gota de agua de lluvia, o analizar la ley de la gravedad.
Lo Natural no sabe de retoricas ni de analisis. Es así , sin más.
Un abrazo.
m.i.
Romu,esa madurez que nos dejan tus letras es realmente gratificante,amigo...Somos todos muy parecidos,por tanto abramos el corazón,soñemos y entendámonos con el optimismo de la palabra a flor de piel...Basta de quejas,de pesimismos y malos rollos...La única forma de superarnos es dar lo mejor de cada uno con generosidad,creatividad y mucha claridad para entendernos.
ResponderEliminarMi felicitación por esa filosofía de vida y buena disposición,amigo.
Mi abrazo inmenso y mi ánimo siempre,poeta.
M.Jesús
Querido Romu:
ResponderEliminarHoy vine a empapar mis alas con la belleza de tus letras, algunas veces tan profundas y reflexivas, y en otras tan mágicas y enamoradas.
También vine a dejarte un beso y mi abrazo alado de siempre.
Te felicito por este bello poema prosaico, Romu. No tengo palabras.
ResponderEliminarA veces, es necesario soñar para ver la belleza que nosotros mismos destruimos sin contemplaciones, porque, lamentablemente, de la realidad seremos siempre prisioneros; es el pasaje que tenemos que pagar los humanos por nuestra sinrazón.
Un abrazo
FINA