Nombrarte, es merodear mi
columna,
es valuar la postrimer
venia de habitarte.
es colocar en el sentido
auditivo
los sones de tu garganta
en tres tiempos,
en el diapasón de tu
legado.
Tus poseciones son siembra del paraíso,
físicamente hay tanto que
ostentarte
que nadie en vida, ha de
recorrerte completo,
son tus atractivos
secreciones que arraigan.
Una porción de ti
y visualmente el
visitante
atraca sus pies.
Mi México
¿Cómo no quererte?
Si tus manos alegóricas
sostuvieron mi respiro.
Si tus lecciones laborales
transpiro.
Si tus entrañas calinas
derriten el hielo.
Si suplicaste a la
divinidad mi nacer en tu suelo.
En esta combativa tierra,
pico y pala emanaron
insignias de libertad
en el horizonte
consumido,
pluvial saturación de
vejación.
Y pico y pala labraron un
tesón implacable,
en los surcos del próximo
alimento,
provocando callos, a la
mala pústulas.
Blindaje de valientes
para enfrentar la jornada.
En ti encuentro todo lo
que fui,
lo que soy y seré.
El regodeo de mi corazón es el axioma
del orgullo incontenible,
al ver tu manto tricolor,
segregar ceremonias
patriotas,
izada desde el cielo
el viento apetece tocar
tu sublimidad
Y en fintas ilustres te
escabulles.
En el extranjero mis ojos
se vuelven flamas verdes
y en la iris se posa el
águila
trompeteando identidad.
A pasos blancos
represento la libertad
de conocer tierras ajenas
para amarte más
mi querido México.
La frente se tiñe roja
alusión marcial,
honor digno,
a los tantos
que han entregado vida.
Soy el fruto de los
campos
regados con sangre.
No comprendo
¿Cómo no has muerto?
Si antes de mí,
en papeles viejos,
en reportajes,
te he visto en la línea
de fuego
siendo fusilado.
Te he visto caer a manos
de monstruos embelesados
por tus lingotes de oro.
Y ahora te veo
siendo inyectado, con la
dosis letal
de la devaluación y la
incertidumbre.
Y tu te levantas, débil,
herido
y buscas a tu gente
humilde
para que ampute tus
piernas,
y tus brazos y tus codos y tu cabeza
y para que todos
mitiguemos
el dolor de verte hecho
pedazos.
A unión cívica sanar
tu anunciada muerte
y Poco a poco
con aguja que punza
con aguja que punza
unirte a remiendos.
Nos tocó sufrir contigo,
nos tocó exultar contigo,
escribir penas y glorias
pero ante las debacles,
tu espíritu guerrero
conquista
el ombligo de la luna.
Esa pertenencia
intangible
que en esdrújula se
revela
y que con x que suena a j
decimos al mundo
como debe de
pronunciarnos
en mexicano.
Es una hermosura!!!!!!!!!!
ResponderEliminarUna de las muchas cosas, que siempre he admirado de México...es el orgullo de su gente de ser mexicanos
Lo viví, en persona, cuando tuve la gran fortuna de vivir por algo más de un año, en tu paraíso
Y de ese orgullo y amor, saco la conclusión, que pase lo malo que pase, siempre sabrán salir triunfantes...
Un beso y un abrazo...de una mexicana de corazón...
Que bello escribir así a la patria. Te felicito. Que tengas lindas fiestas... Un abrazo!!!!
ResponderEliminarDibujar la tierra con palabras y sentirla como piel...
ResponderEliminarGenial Romu
Saludos almendrados ;)
Es bonito que puedas sentirte patriota, yo viviendo donde y como vivo no puedo sentir amor por mi tierra, porque la gobiernan ignorantes, y porque más de la mitad de quien la forman parecen serlo también, y estar ciegos. Ojalá algún día pueda yo amar a mi tierra, y nos de a todos felicidad.
ResponderEliminarHe estado fuera amigo, pero vuelvo ahora, al menos lo intento!
Un abrazo!