lunes, 10 de septiembre de 2012

El que llora






El que llora, escribe con lágrimas, un libro
de carne y hueso llamado: Cuerpo.
Es el anfitrión de sus propias nostalgias
y el halago, que entre los homónimos se extravió,
el sabio que cambia las carcajadas por gemidos,
para fortalecer pulmones y respirar más vida.

El que llora se aparta de la hipocresía,
expulsa valiente las huestes malditas de adentro,
esa tiranía bélica que con decreto en mano conduce,
proclamando luchas sangrienta, que parten en simetrías
pero nunca se parcha para recordar osadías,
de enfrentar a seres invisibles que solo con fe se derrotan.

El que llora se purifica no para ser más blanco
sino más bien para ser más humano
limpia las almohadas con su sensibilidad
destilando sales que a la postre serán perlas,
los ojos se hinchan, para que más admiren
lo que con tanto esfuerzo ha construido.

El que llora pisotea con aguja su orgullo,
sabe que en este momento  muchos hilvanan
con lágrimas una plataforma para estar seguros,
los balbuceos, las voces cortadas y los gritos
se vuelven orquestas generales, piezas musicales maestras
que rompen los platos del silencio y lo destrozan
que vaya medroso a buscar al débil que se aguanta.

El que llora se agazapa, se encoge,
para espantar con grandeza a sus represores,
se levanta colosal, superhéroe no reconocido,
que no necesita pantallas para revelar su victoria,
basta con que el alma repita a truenos
“Solemne me has defendido y has triunfado.”

El que llora es amigo del soliloquio,
deja que se derrame la olla de presión,
es solidario; es el psicólogo del corazón,
llorar es el búnker orgánico,
es la deidad suprema que consuela,
es el ciclo del águila que se despluma,
llorar, es el principio de sonreír.








7 comentarios:

  1. Leerte Omar, es sentir la frescura del arroyo que se extiende y se expande por la naturaleza del Ser.
    NO hay nada mejor que el llanto necesario, ese llanto que es una invitación a morir, una muerte especial que nos permita alcanzar la maravillosa sustancia de la vida y dejar que la sombra de una tristeza caiga en la corriente de los abismos.

    ¡Qué bueno es llorar, amigo mío! La última estrofa del poema es inmenso. Hoy, esta noche llora mi melancolía junto a tus versos, luego, después, sonreiré.

    Un sonoro beso

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  2. Llorar es el principio del sonreir.
    Y el final de la sonrisa...
    ¿Cúal es?
    ¿Es el dolor el principio del placer?
    Y el final...
    ¿Cual es?
    ¿y el amor,el odio,la paz,el lleno......?
    Si pregunto,es porque me ha hecho pensar tu excepcional poema.
    Saludos Omar.
    m.i.

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  3. wow enserio que puedo pasar muchos días sin visitar este blog, pero entro aquí, escucho la música y te leo, y enserio siento como paz. tus poesías tienen una forma impecable de llegar~
    el llorar, es muestra de valentía y signo de liberación...

    SALUDOS OMAR! siempre es un placer visitar tu sitio^^

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  4. Las lágrimas, como tú muy bien dices, amigo Romu, nos desnudan por dentro para que aflore nuestra sensibilidad, a veces, tan escondida; haciéndonos ser más humanos. No debemos ocultarlas cuando son ellas las que brotan de la espontaneidad. LLorar es necesario, nunca una debilidad.

    Un afectuosísimo saludo, Romu, y sigue así, sigue cultivando tu poesía como lo haces.

    FINA


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  5. Buenos días Omar
    Y buen poema!!!
    Hace bien llorar, cuando estamos represados, de tristeza
    Con las lagrimas soltamos todos y volvemos a encontrar las energías
    Nunca es una debilidad...es una fortaleza del sincero, del humilde, del que ama y sueña, mejores derroteros de vida, del que no ha perdido la capacidad del asombro
    Yo de vez en cuando me convierto en río de lagrimas y dejo que las lágrimas me reinicien... cuando estoy de bajón.


    Besos, poeta y una linda semana!

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  6. Solo uno mismo conoce el motivo de una lágrima y lo que ese llanto encierra, solo uno mismo es dueño del sentimiento que no es ajeno y que se licua en un sollozo que es más que necesario.
    El llanto es el purificar del alma donde se lavan algunas penas y se enjugan las alegrías.
    Llorar dignifica y nos hace más humanos.
    Gran texto Omar, tu pluma es maravillosa amigo.
    Un abrazo y mis felicitaciones.

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  7. Las benditas almohadas receptoras, supongo, en todos lo casos de lágrimas desbordadas por amor, por dolor, por la represión que conlleva la impotencia… Tienen de bueno las almohadas ¡la discreción! No cuentan las noches eternas, cuando parece que nunca amanecerá…

    Omar, me encantó la forma en que dulzura y fuerza caminaron juntitas de la mano, en este hermoso poema, hasta cerrar el ciclo con el espectacular final-principio de la sonrisa.

    Siempre que entro en tu espacio me entra nostalgia o yo no se qué..leerte con el sonido del silencio de fondo...en fin...:)

    Un abrazo grande

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