miércoles, 23 de diciembre de 2015

Somos un jabón




Ven, tú;
la de cumbres sonoras,
la de cinceles de pétalos,
la que tiene usufructo
en mis poros.

En tu exhalar escucho
que dices mi nombre
con las claves
de un vaso
que se deshace
al sentir deseo.

Ven, dame dos sorbos
de pox fermentados
en las papilas.
Véndame los pies
con el hilo de tus pasos.

Embauca la víspera
a un recuerdo
que todavía no hago.

Siembra dos momentos
aleatorios.
en mis omóplatos.

Empiezas a temblar,
conviértete en enjambre
y haz un panal en mi vientre.
Yo cubriré con mi cuerpo
las palabras entrecortadas
que se asomarán en tu piel,
tus muslos se vuelven triángulos
y yo soy un cilindro
que contiene todos mis años 
a punto de salir.

Vete lejos
y quédate,
vuélvete a ir conmigo
y no regreses
hasta que los tordos
sean sorprendidos
por el aliento de una tarde
que no pasará por la noche.

Me traes el alba
con el agitar de tus piernas,
extraes las esquirlas
del tiempo en el que no estuviste,
tapizas cada rincón mío,
cada esquina,
hasta dejarme una plenitud redonda

Somos un jabón
que se resbala en las cartas
que alguna vez hicimos
para llegar a este momento.





sábado, 19 de diciembre de 2015

Aliento de hielo



El frío sujeta con sus papeles
de muérdago transparente
a un viento subyugado.

Es un derrame horizontal
de témperas
vertidas en pieles multicolor.


Eufórico 
va levantando
pequeños tumorcillos
sobre el soto de vellos.

Son bofetadas del éter
sobre las quijadas
que a su vez tienen dientes
que a su vez
tienen una lengua
que a su vez articulan:

¡Ay, qué frío!






jueves, 1 de enero de 2015

Gigigiri omba



Gigigiri omba
(Jitajánfora)


Kumba dumba rom cum zum
gigigiri omba conda io cará                                                          
gigigiri omba conda io cará
esa muchachita
un día me mirará.

Lume nume kuku cú
gigigiri omba conda io caré
gigigiri omba conda io caré
con esa muchachita
un dia me casaré.

Kumba dumba rom cum zum
gigiri omba conda io carí
gigiri omba conda io carí
 esa muchachita
guapa de alhelí.

Lume nume kuku cú
gigigiri omba conda io curó
gigigiri omba conda io curó
esa muchachita
sin querer me enamoró.

Kumba dumba rom cum zum
gigigiri omba conda io curú
gigigiri omba conda io curú
esa muchachita
color tiramisú.





viernes, 3 de octubre de 2014

Dicen











Dicen que la paciencia
es una virtud
pero yo no quiero esperarla.

Dicen que las malas noticias
aumentan la capacidad de soportar;
pero yo no quiero resistirlas.

Dicen que el malestar
negocia con el dolor la paz
pero yo no quiero ser la hipoteca.
¡Qué nunca pase!

Dicen que la apatía
es lepra de pelmazos
pero yo no quiero interesarme
en lo que detesto.

Dicen que renunciar a algo
fue tiempo perdido
pero yo no quiero perder
más tiempo perdido.

Dicen que las adversidades
te hacen más fuerte
pero yo no quiero entrenar con ellas,
debilitan
y si vienen en seguidilla:
Destruyen.

Al final
pronunciar la ecuación:
Yo no quiero + que nunca pase
Es = a Aquí estoy, vengan por mí.


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jueves, 28 de agosto de 2014

Receta para crear desamor






Es sencilla la receta para crear desamor.
En un recipiente limpio se depositarán los ingredientes:
El primer paso será derramar 250 mililitros de desidia.
Vaciar abruptamente la confianza partida en rodajas.
Debe uno mezclar una cucharadita de bilis.
Agregar  mínimo dos piscas de engaño.
Cortar varias hojitas frescas de mentira al gusto.
Espolvorear varios segundos de miradas retadoras.
Despellejar medio kilo de celos
y hervirlos con enojo a temperatura carbón.

Al ingerirla sentirá una amargura
que debe de salir sin vomito.
Saldrá con palabras insultantes,
van a fluir
y ellas terminarán con todo.



miércoles, 13 de agosto de 2014

Te seguiré queriendo










Cuando las magnolias
pierdan la caseína de sus pétalos
y cabizbajas sus cabezas
conciten el frío del final.
Te seguiré queriendo.

Cuando las tapias
en plastilina  se conviertan
y caigan sobre la historia de los dos
y nos sepulten las ganas de vernos.
Yo, amor mío,
aun con el peso de los escombros.
Te seguiré queriendo

Cuando el puente se parta
justo en medio de nosotros
y quedemos frente a frente
en los acantilados
y te vea más preocupada
por como salir de ahí
que por como rescatarme.
Yo, amor mío.
Te seguiré queriendo

Cuando te falte la paciencia
y ronden sobre tu cabeza
los alvéolos del enojo
y el habla me postergues
con atisbos de cuatro madrugadas.
Yo, amor mío.
Te seguiré queriendo.

Cuando el vinilo de los discos
se desgaste
y estropeé los cumplidos
que nos hemos dicho
y pause la manera especial
en que te llamo.
Te seguiré queriendo.
                                                                                                                            
Cuando los cardenales
aterricen heridos
por las flechas de Cupido
y sus plumas candorosas
se dilaten
y se hagan polvo.
Yo amor mío,
aun con la ausencia de la nada.
Te seguiré queriendo.






sábado, 26 de julio de 2014

Caminando voy me voy






Caminando voy me voy.
Mi ventana gris esta abierta
para que el sabor a libertad entre
con su despampanante bólido.

El físico segundos atrás se queda.
El aura se separa de lo grisáceo
mis zapatos escriben un mensaje
visible desde la capa de ozono
a puro signo positivo.

Caminando voy me voy.
Me despido de todo lo que cruzo
sin repartir saludos;
risueño para que las aves silben,
saludando la cortesía de avanzar.

Los domicilios se levantan;
presentan sus numeraciones.
Se me pegan:
Las flamitas pasajeras,
las estrategias,
la inspiración;
he salido a buscar algo que no busco
pero necesito.

Caminando voy me voy.
Me diluyo en el ambiente,
soy un sonido más de la atmósfera,
un engrane dando un plus,
la diminuta dehesa
quiere verme sumergido
en sus quimeras verdes.

Las avenidas auguran sorprender
y cumplen,
el árbol me habla,
el perro ofrece ser mi guía,
hasta la contaminación
jura no hacerme males.

Soy hermano de todo ser viviente,
mis pasos queman cotidianidad,
reciben maná de esperanza.

Caminando voy me voy
de las cosas viejas
y a las nuevas les digo:
“no por siempre”
guardando lo que quiera quedarse,
despidiendo lo que se aferre a quedarse,
al fin y al cabo yo decido;
pues, ¿si algo eterno muere
por qué habría de ser eterno?
y ¿si algo que valió la pena muere
por qué no habría de ser eterno?

Caminando voy regreso
a mi casa con la mente despejada.
Salí con ideas,
arribo al tapete de dulce hogar
 a la octava potencia.

La banqueta dejó de ser mi amiga despreciada,
dejé a ras de suelo
todo perjuicio que permisivo junté.

La caminata distendió las cuerdas amarradas
que me hacían tropezar.