sábado, 19 de diciembre de 2015

Aliento de hielo



El frío sujeta con sus papeles
de muérdago transparente
a un viento subyugado.

Es un derrame horizontal
de témperas
vertidas en pieles multicolor.


Eufórico 
va levantando
pequeños tumorcillos
sobre el soto de vellos.

Son bofetadas del éter
sobre las quijadas
que a su vez tienen dientes
que a su vez
tienen una lengua
que a su vez articulan:

¡Ay, qué frío!






1 comentario:

  1. Esa segunda estrofa me llegó como el mismísimo frío de muédagos.

    Cálidos deseso para las fechas próximas, y mejores augurios para que siga la escritura en el 2016.

    Saludos, amigo de estado. Un placer.

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